Us girls we are so magical. Soft skin, red lips, so kissable, hard to resist so touchable, too good to deny it, ain't no big deal, it's innocent...♫
¿Qué fue de ese poema que no pude atrapar, el que pasó rengueando frente a mí con las alitas rotas?
lunes, diciembre 27, 2010
domingo, diciembre 26, 2010
martes, diciembre 21, 2010
Y ahora es tiempo de reír y de decir adiós...
No me quiero despedir, ya llovió lo que llovió...
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viernes, diciembre 17, 2010
Yo no lo sé de cierto, pero supongo...
Yo no lo sé de cierto, pero supongo
que una mujer y un hombre
un día se quieren,
se van quedando solos poco a poco,
algo en su corazón les dice que están solos,
solos sobre la tierra se penetran,
se van matando el uno al otro.
que una mujer y un hombre
un día se quieren,
se van quedando solos poco a poco,
algo en su corazón les dice que están solos,
solos sobre la tierra se penetran,
se van matando el uno al otro.
Todo se hace en silencio. Como
se hace la luz dentro del ojo.
El amor une cuerpos.
En silencio se van llenando el uno al otro.
Cualquier día despiertan, sobre brazos;
piensan entonces que lo saben todo.
Se ven desnudos y lo saben todo.
(Yo no lo sé de cierto. Lo supongo.)
se hace la luz dentro del ojo.
El amor une cuerpos.
En silencio se van llenando el uno al otro.
Cualquier día despiertan, sobre brazos;
piensan entonces que lo saben todo.
Se ven desnudos y lo saben todo.
(Yo no lo sé de cierto. Lo supongo.)
Jaime Sabines
lunes, diciembre 13, 2010
domingo, diciembre 12, 2010
lunes, diciembre 06, 2010
viernes, diciembre 03, 2010
miércoles, diciembre 01, 2010
No me acuerdo muy bien
cuántos besos dejamos en cada esquina,
pero imposible olvidarme de aquel cuarto
donde aquella noche subió la adrenalina...♫
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viernes, noviembre 26, 2010
El agua apaga el fuego y al ardor los años.
Amor se llama el juego, en el que un par de ciegos juegan a hacerse daño.
Y cada vez peor y cada vez más rotos,
y cada vez más tú y cada vez más yo, sin rastro de nosotros...
y cada vez más tú y cada vez más yo, sin rastro de nosotros...
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Salta la Banca,
Trova
martes, noviembre 23, 2010
Carnaval toda la vida ♫
Por qué será que te mordés la lengua, es el miedo que se para frente a vos... Si te ahorca la memoria no te dejes arrastrar, vamos afuera que mis amigos se van ♫
Por qué será que te quedás adentro, no te quedes que acá afuera es carnaval... Carnaval toda la vida y una noche junto a vos, si no hay galope se nos para el corazón ♫
domingo, noviembre 21, 2010
¡Ieeeeeeeébale!
Tengo un viejo amigo que me dice convencido:
“cada cual tiene la concha que merece” ♫
“cada cual tiene la concha que merece” ♫
jueves, noviembre 18, 2010
martes, noviembre 16, 2010
Recursos de la autodestrucción.
Nacidos en una prisión, con fardos sobre nuestras espaldas y nuestros pensamientos, no podríamos alcanzar el término de un solo día si la posibilidad de acabar no nos incitara a comenzar el día siguiente...Los grilletes y el aire irrespetable de este mundo nos lo quitan todo, salvo la libertad de matarnos; y esta libertad nos insufla una fuerza y un orgullo tales que triunfan sobre los pesos que nos aplastan.
Poder disponer absolutamente de uno mismo y rehusarse: ¿hay don más misterioso? La consolación por el suicidio posible amplía infinitamente esta morada donde nos ahogamos. La idea de destruirnos, la multiplicidad de los medios para conseguirlo, su facilidad y proximidad nos alegran y nos espantan; pues no hay nada más sencillo y más terrible que el acto por el cual decidimos irrevocablemente sobre nosotros mismos. En un solo instante, suprimimos todos los instantes; ni Dios mismo sabría hacerlo igual. Pero, demonios fanfarrones, diferimos nuestro fin: ¿cómo renunciaríamos al despliegue de nuestra libertad, al juego de nuestra soberbia?...
Quien no haya concebido jamás su propia anulación, quien no haya presentido el recurso a la cuerda, a la bala, al veneno o al mar, es un recluso envilecido o un gusano reptante sobre la carroña cósmica. Este mundo puede quitarnos todo, puede prohibirnos todo, pero no está en el poder de nadie impedirnos nuestra autoabolición. Todos los útiles nos ayudan, todos nuestros abismos nos invitan; pero todos nuestros instintos se oponen. Esta contradicción desarrolla en el espíritu un conflicto sin salida. Cuando comenzamos a reflexionar sobre la vida, a descubrir en ella un infinito de vacuidad, nuestros instintos se han erigido ya en guías y fautores de nuestros actos; refrenan el vuelo de nuestra inspiración y la ligereza de nuestro desprendimiento. Si, en el momento de nuestro nacimiento, fuéramos tan conscientes como lo somos al salir de la adolescencia, es más que probable que a los cinco años el suicidio fuera un fenómeno habitual o incluso una cuestión de honorabilidad. Pero despertamos demasiado tarde: tenemos contra nosotros los años fecundados únicamente por la presencia de los instintos, que deben quedarse estupefactos de las conclusiones a las que conducen nuestras meditaciones y decepciones. Y reaccionan; sin embargo, como hemos adquirido la conciencia de nuestra libertad, somos dueños de una resolución un tanto más atractiva cuanto que no la ponemos en práctica. Nos hace soportar todos los días y, más aún, las noches: ya no somos pobres, ni oprimidos por la adversidad: disponemos de recursos supremos. Y aunque no los explotásemos nunca, y acabásemos en la expiración tradicional, hubiéramos tenido un tesoro en nuestros abandonos: ¿hay mayor riqueza que el suicidio que cada cual lleva en sí?
Si las religiones nos han prohibido morir por nuestra propia mano, es porque veían en ello un ejemplo de insumisión que humillaba a los templos y a los dioses. Cierto concilio consideraba el suicidio como un pecado más grave que el crimen, porque el asesino puede siempre arrepentirse, salvarse, mientras que quien se ha quitado la vida ha franqueado los límites de la salvación. Pero el acto de matarse ¿no parte de una fórmula radical de salvación? Y la nada, ¿no vale tanto como la eternidad? Sólo el existente no tiene necesidad de hacer la guerra al universo; es a sí mismo a quien envía el ultimátum. No aspira ya a ser para siempre, si en un acto incomparable ha sido absolutamente él mismo. Rechaza el cielo y la tierra como se rechaza a sí mismo. Al menos, habrá alcanzado una plenitud de libertad inaccesible al que la busca indefinidamente en el futuro...
Ninguna iglesia, ninguna alcaldía ha inventado hasta el presente un solo argumento válido contra el suicidio. A quien no puede soportar la vida, ¿qué se le responde? Nadie está a la altura de tomar sobre sí los fardos de otro. Y ¿de qué fuerza dispone la dialéctica contra el asalto de las penas irrefutables y de mil evidencias desconsoladas? El suicidio es uno de los caracteres distintivos del hombre, uno de sus descubrimientos; ningún animal es capaz de él y los ángeles apenas lo han adivinado; sin él, la realidad humana sería menos curiosa y menos pintoresca: le faltaría un clima extraño y una serie de posibilidades funestas, que tienen su valor estratégico, aunque no sea más que por introducir en la tragedia soluciones nuevas y una variedad de desenlaces.
Los sabios antiguos, que se daban la muerte como prueba de su madurez, habían creado una disciplina del suicidio que los modernos han desaprendido. Volcados a una agonía sin genio, no somos ni autores de nuestras postrimerías, ni árbitros de nuestros adioses: el final no es nuestro final: la excelencia de una iniciativa única - por la que rescataríamos una vida insípida y sin talento- nos falta, como nos falta el cinismo sublime, el fasto antiguo del arte de perecer. Rutinarios de la desesperación, cadáveres que se aceptan, todos nos sobrevivimos y no morimos más que para cumplir una formalidad inútil. Es como si nuestra vida no se atarease más que en aplazar el momento en que podríamos librarnos de ella.
Poder disponer absolutamente de uno mismo y rehusarse: ¿hay don más misterioso? La consolación por el suicidio posible amplía infinitamente esta morada donde nos ahogamos. La idea de destruirnos, la multiplicidad de los medios para conseguirlo, su facilidad y proximidad nos alegran y nos espantan; pues no hay nada más sencillo y más terrible que el acto por el cual decidimos irrevocablemente sobre nosotros mismos. En un solo instante, suprimimos todos los instantes; ni Dios mismo sabría hacerlo igual. Pero, demonios fanfarrones, diferimos nuestro fin: ¿cómo renunciaríamos al despliegue de nuestra libertad, al juego de nuestra soberbia?...
Quien no haya concebido jamás su propia anulación, quien no haya presentido el recurso a la cuerda, a la bala, al veneno o al mar, es un recluso envilecido o un gusano reptante sobre la carroña cósmica. Este mundo puede quitarnos todo, puede prohibirnos todo, pero no está en el poder de nadie impedirnos nuestra autoabolición. Todos los útiles nos ayudan, todos nuestros abismos nos invitan; pero todos nuestros instintos se oponen. Esta contradicción desarrolla en el espíritu un conflicto sin salida. Cuando comenzamos a reflexionar sobre la vida, a descubrir en ella un infinito de vacuidad, nuestros instintos se han erigido ya en guías y fautores de nuestros actos; refrenan el vuelo de nuestra inspiración y la ligereza de nuestro desprendimiento. Si, en el momento de nuestro nacimiento, fuéramos tan conscientes como lo somos al salir de la adolescencia, es más que probable que a los cinco años el suicidio fuera un fenómeno habitual o incluso una cuestión de honorabilidad. Pero despertamos demasiado tarde: tenemos contra nosotros los años fecundados únicamente por la presencia de los instintos, que deben quedarse estupefactos de las conclusiones a las que conducen nuestras meditaciones y decepciones. Y reaccionan; sin embargo, como hemos adquirido la conciencia de nuestra libertad, somos dueños de una resolución un tanto más atractiva cuanto que no la ponemos en práctica. Nos hace soportar todos los días y, más aún, las noches: ya no somos pobres, ni oprimidos por la adversidad: disponemos de recursos supremos. Y aunque no los explotásemos nunca, y acabásemos en la expiración tradicional, hubiéramos tenido un tesoro en nuestros abandonos: ¿hay mayor riqueza que el suicidio que cada cual lleva en sí?
Si las religiones nos han prohibido morir por nuestra propia mano, es porque veían en ello un ejemplo de insumisión que humillaba a los templos y a los dioses. Cierto concilio consideraba el suicidio como un pecado más grave que el crimen, porque el asesino puede siempre arrepentirse, salvarse, mientras que quien se ha quitado la vida ha franqueado los límites de la salvación. Pero el acto de matarse ¿no parte de una fórmula radical de salvación? Y la nada, ¿no vale tanto como la eternidad? Sólo el existente no tiene necesidad de hacer la guerra al universo; es a sí mismo a quien envía el ultimátum. No aspira ya a ser para siempre, si en un acto incomparable ha sido absolutamente él mismo. Rechaza el cielo y la tierra como se rechaza a sí mismo. Al menos, habrá alcanzado una plenitud de libertad inaccesible al que la busca indefinidamente en el futuro...
Ninguna iglesia, ninguna alcaldía ha inventado hasta el presente un solo argumento válido contra el suicidio. A quien no puede soportar la vida, ¿qué se le responde? Nadie está a la altura de tomar sobre sí los fardos de otro. Y ¿de qué fuerza dispone la dialéctica contra el asalto de las penas irrefutables y de mil evidencias desconsoladas? El suicidio es uno de los caracteres distintivos del hombre, uno de sus descubrimientos; ningún animal es capaz de él y los ángeles apenas lo han adivinado; sin él, la realidad humana sería menos curiosa y menos pintoresca: le faltaría un clima extraño y una serie de posibilidades funestas, que tienen su valor estratégico, aunque no sea más que por introducir en la tragedia soluciones nuevas y una variedad de desenlaces.
Los sabios antiguos, que se daban la muerte como prueba de su madurez, habían creado una disciplina del suicidio que los modernos han desaprendido. Volcados a una agonía sin genio, no somos ni autores de nuestras postrimerías, ni árbitros de nuestros adioses: el final no es nuestro final: la excelencia de una iniciativa única - por la que rescataríamos una vida insípida y sin talento- nos falta, como nos falta el cinismo sublime, el fasto antiguo del arte de perecer. Rutinarios de la desesperación, cadáveres que se aceptan, todos nos sobrevivimos y no morimos más que para cumplir una formalidad inútil. Es como si nuestra vida no se atarease más que en aplazar el momento en que podríamos librarnos de ella.
Fragmento de "Brevario de podredumbre" Emile Cioran.
domingo, noviembre 14, 2010
domingo, noviembre 07, 2010
miércoles, noviembre 03, 2010
Para vos...
Entre regalitos de textos, recibí éste de parte tuya hace un tiempo:
"Para mi perplejidad, sos un exordio interminable. Para graficarlo más claramente: cuando creo que estoy redondeando un desenlace, doy vuelta la página para continuar escribiendo y me encuentro otra vez rendido a los pies de esta introducción eterna que no culmina su exposición. Será que no se terminan las razones que expliquen el por qué se produce todo esto, el por qué he de saber morir todos los días. Será que este orador no se da por vencido; o será que este foro no es para mí. Tengo interlocutores, sí, pero si no son tus oídos los que escuchan, entonces mis palabras son como perseidas: pequeños cuerpos celestes que al rozar la atmósfera de mis oyentes producen cierto brillo y un espectáculo abrazador, pero efímero. Estrellas fugaces. Breves. Temporales. Momentáneas. Perecederas... como el desarrollo de un microrrelato, una extensión abarcadora de pocos verbos. Así fueron tus respuestas también. Y cuando esas palabras mueren, creo haber llegado al final, al desenlace, a la conclusión. Y para mi perplejidad, como he dicho antes, me encuentro de nuevo en un exordio interminable. Me encuentro nuevamente explicando el por qué se produce todo esto, el po rqué he de saber morir todos los días, el por qué he de ser una estrella fugaz, como el desarrollo de un microrrelato. Un cuento breve de introducción eterna. Una historia cíclica, en la que nunca fuimos coprotagonistas.
A decir verdad, nunca llegamos a ser cuento. Y yo quería ser novela..."
A decir verdad, nunca llegamos a ser cuento. Y yo quería ser novela..."
De Gael Borjesi.
Una muestra de cariño... una demostración de cuánto te quiero y cuán importante sos para mí... Sé que no hace falta que lo haga, porque ya lo sabés... pero bueno, no me cuesta nada hacerlo, porque lo hago con amor (y a parte es gratis, jijiji :P)
Con todas las que pasamos aún le tengo fe a nuestra "amistad" o lo que sea que somos...
¿Qué se hace cuando dos locas como nosotras se cruzan en el camino de la vida?
♥...TE AMO MARUCHITA TOA MÍA...♥
miércoles, octubre 27, 2010
Vos...
Vos que me convencés con un simple chiste pavote.
Vos que me regalás un chocolate y me pedís la mitad.
Vos que me hacés comer tarta de jamón y queso con ensalada.
Vos que me hacés reír con tus gritos desubicados en la parada del colectivo.
Vos que roncás cual orquesta sinfónica en mis oídos y no me dejás dormir.
Vos que me retenés con tus abrazos y hacés que no me quiera ir.
Vos, vos y vos.
.TE ADORO.
martes, octubre 26, 2010
sábado, octubre 23, 2010
jueves, octubre 21, 2010
lunes, octubre 18, 2010
Nada permanece, todo se desvanece. Sé que no puedo quejarme, trataré de no engañarme. Era cuestión de tiempo llegar al precipicio... YO BAJANDO A LOS INFIERNOS, TÚ CRUZANDO EL PARAÍSO...!
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domingo, octubre 17, 2010
jueves, octubre 14, 2010
Y yo no creo en ese cuento del destino, qué es lo bueno, qué es lo malo, soy buen hombre y ya... ¡ME JUEGO EL CORAZÓN! ♫
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lunes, octubre 11, 2010
Estoy...
Cansada de la rutina...
Cansada de la facu...
Cansada del trabajo...
Cansada de viajar todo el tiempo...
Cansada de dormir mal...
Cansada de escuchar siempre lo mismo...
Cansada de que me digan que no me quiero...
Cansada del "dejate de joder"...
Cansada de las palabras optimistas...
Cansada de vivir...
Cansada de respirar...
lunes, octubre 04, 2010
Tú sin mí...
No comprendo,
puedo ver que el amor que un día yo te di,
no ha llenado tu interior y es por eso que te vas
alejándote de mí y si mirar hacia atrás.
Pero yo, corazón,
entendí con el tiempo que pasó
que no nos servía ya la locura de éste amor,
que un día así se fue y nunca más volvió...
Y ahora estás tú sin mí
y qué hago con mi amor el que era para tí,
y con toda la ilusión
de que un día tú fueras solamente para mí...
...
puedo ver que el amor que un día yo te di,
no ha llenado tu interior y es por eso que te vas
alejándote de mí y si mirar hacia atrás.
Pero yo, corazón,
entendí con el tiempo que pasó
que no nos servía ya la locura de éste amor,
que un día así se fue y nunca más volvió...
Y ahora estás tú sin mí
y qué hago con mi amor el que era para tí,
y con toda la ilusión
de que un día tú fueras solamente para mí...
...
viernes, octubre 01, 2010
iNevitable...
Y para ser más franca nadie piensa en tí como lo hago yo,
aunque te de lo mismo...
Conmigo nada es fácil ya debes saber,
me conoces bien...
Siempre supe que es mejor cuando hay que hablar de dos,
empezar por uno mismo...
Ya sabrás la situación, aquí todo está peor
PERO AL MENOS AÚN RESPIRO...
No encuentro forma alguna de olvidarte
porque seguir amándote es inevitable...
sábado, septiembre 25, 2010
miércoles, septiembre 22, 2010
m o r i r e n e l d e l i r i o
d e e s o s o j o s t r i s t e s
d e e s o s o j o s t r i s t e s
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lunes, septiembre 20, 2010
El estúpido...!
Ya no soy compositor ni cantante.
Soy un gran bailarín, payaso y poeta con aires de actriz.
Hago cinco mil deportes y voy a todas las fiestas.
Me encanta el ruido de la gente, quiero que me vean.
No puedo estar solo, me hace tan mal.
No entiendo al que dice: "Vos no sos de verdad".
Me cuesta más ser de verdad -Me cuesta mucho más-.
Soy recolector de sueños, un imitador perfecto.
Y te digo que todo, todo está resuelto.
Porque cuando me quedo solo, soy yo de verdad.
Y la verdad es que no quiero vivir en soledad.
Me cuesta más ser de verdad -Me cuesta mucho más-.
Porque cuando me quedo solo, soy yo de verdad.
Y la verdad es que no quiero vivir en soledad.
Me cuesta más ser de verdad -Me cuesta mucho más-.
Milton Amadeo.
domingo, septiembre 19, 2010
miércoles, septiembre 15, 2010
Ay Cielito, Cielito!
"Erotomanía: la sufro. Soy conciente de eso, pero solamente cuando me aíslo, me alejo y me desdoblo. Sólo así puedo entender que quizá no es tan importante, no es trágico o que tal cuestión no merece mi muerte. Sólo cuando me veo desde afuera, y en general cuando logro un desdoblamiento, ya es demasiado tarde para tomar decisiones. Con seguridad ya las tomé y sin duda erróneamente. Cuando no soy conciente de mi condición, el mundo se deshace por un llamado que no llegó o proque se canceló una ida al cine.
Los cambios de planes no son aceptables en mi vida. Si vamos a hacer tal cosa, la hacemos. No hay por qué arrepentirse. De allí que cada vez que Alejo me deja plantada, mi mente trabaja hasta encontrar respuestas que me hagan infeliz. Casi todas ellas una mujer, una nueva amante, pocas ganas de verme o la decisión definitiva de dejar de quererme. Todas ellas me alarman y siento un dolor tan hondo, tan profundo como una lanza surcada en el estómago. Y me invade una desesperanza que más parece una descarga eléctrica poderosísima que me deja nublada, ciega, somnolienta, imbécil, destartalada. Sin poder de decisión, inactiva e imperante: necesito dormir, morirme o que me maten. Y si no, sufro otra descarga eléctrica y me quedo dormida al poco tiempo.
Así funciono, por peor que suene. ¿Cómo puedo amar y odiar a una misma persona? Fácil: Alejo me da lo que quiero o me autoconvenzo de estar satisfecha con lo que me da o le mendigo y acepta entregar a modo de limosna. Y por otro lado (me considero un vivíparo pensante) a veces, pocas veces, tomo conciencia de la irracionalidad de lo que hago, de la impotencia que encarno, de lo patético de mis actitudes, y comienzo a pensar y eso me hace odiarlo.
La electricidad me hace odiarlo y me hace dormir. Generalmente cuando me despierto, no recuerdo por qué lloré tanto y cuando logro saber por qué, aún no lo entiendo. No puedo ponerme en mis propios zapatos. Como si esa noche de sueños rotos me hubiera borrado todo registro de empatía conmigo misma. Al despertar, la pena aparece reducida y hasta minimizada. Nada más que eso. Alejo no asume culpas, no le inculpo nada, yo vuelvo a ser el feliz arlequín que alegra la vida de los otros y comienza una vez más todo cuando me doy cuenta de que no es suficiente para mí, que necesito más, que no estoy bien. Así es como se ama y se odia a alguien hasta límites insospechados.
Tiempo después mi analista me obligó a no desentenderme de mi pena: "Y vas a venir, aunque supongas que es algo resuelto. Con vos es siempre lo mismo. En un momento estás muriendo y al día siguiente, como lograste taparlo (ahogarlo, al sentimiento de muerte súbita), hacés como si nada hubiera ocurrido, olvidando el asunto por completo." Néstor, tenes razón. Siempre ahogo mis sensaciones, mis deseos, mis sentimientos, mis miserias y alegrías. Lo suprimo todo, eternamente, porque es menos doloroso dejar de sentir."
Los cambios de planes no son aceptables en mi vida. Si vamos a hacer tal cosa, la hacemos. No hay por qué arrepentirse. De allí que cada vez que Alejo me deja plantada, mi mente trabaja hasta encontrar respuestas que me hagan infeliz. Casi todas ellas una mujer, una nueva amante, pocas ganas de verme o la decisión definitiva de dejar de quererme. Todas ellas me alarman y siento un dolor tan hondo, tan profundo como una lanza surcada en el estómago. Y me invade una desesperanza que más parece una descarga eléctrica poderosísima que me deja nublada, ciega, somnolienta, imbécil, destartalada. Sin poder de decisión, inactiva e imperante: necesito dormir, morirme o que me maten. Y si no, sufro otra descarga eléctrica y me quedo dormida al poco tiempo.
Así funciono, por peor que suene. ¿Cómo puedo amar y odiar a una misma persona? Fácil: Alejo me da lo que quiero o me autoconvenzo de estar satisfecha con lo que me da o le mendigo y acepta entregar a modo de limosna. Y por otro lado (me considero un vivíparo pensante) a veces, pocas veces, tomo conciencia de la irracionalidad de lo que hago, de la impotencia que encarno, de lo patético de mis actitudes, y comienzo a pensar y eso me hace odiarlo.
La electricidad me hace odiarlo y me hace dormir. Generalmente cuando me despierto, no recuerdo por qué lloré tanto y cuando logro saber por qué, aún no lo entiendo. No puedo ponerme en mis propios zapatos. Como si esa noche de sueños rotos me hubiera borrado todo registro de empatía conmigo misma. Al despertar, la pena aparece reducida y hasta minimizada. Nada más que eso. Alejo no asume culpas, no le inculpo nada, yo vuelvo a ser el feliz arlequín que alegra la vida de los otros y comienza una vez más todo cuando me doy cuenta de que no es suficiente para mí, que necesito más, que no estoy bien. Así es como se ama y se odia a alguien hasta límites insospechados.
Tiempo después mi analista me obligó a no desentenderme de mi pena: "Y vas a venir, aunque supongas que es algo resuelto. Con vos es siempre lo mismo. En un momento estás muriendo y al día siguiente, como lograste taparlo (ahogarlo, al sentimiento de muerte súbita), hacés como si nada hubiera ocurrido, olvidando el asunto por completo." Néstor, tenes razón. Siempre ahogo mis sensaciones, mis deseos, mis sentimientos, mis miserias y alegrías. Lo suprimo todo, eternamente, porque es menos doloroso dejar de sentir."
Fragmentito de "Abzurdah" de Cielo Latini.
martes, septiembre 14, 2010
Al ras...
Te llamo y te llamo
mientras besas y besas,
te busco de noche
mientras sé lo que haces,
esgrimo una sonrisa
en el espejo ascensor,
se queda allí pegada
con la escupida de dolerme
tres días seguidos
el mismo corazón,
tan tango y tan quebrada
con dos monedas sucias
y un par de ojos carbón,
la lija de tus manos
que se olvidan
de mis pechos,
un vale cuatro al alma
la quintaespera de algo,
mientras nadas en látigos
y eliges la mejilla
y tocas mis pupilas
con el aliento a sexo
metido en una excusa
de mi contestadora,
curioso el artefacto,
que no contesta nunca
sino que me desvela
con tus palabras cortas,
navajas,
incendio de corpiños
en lo de la memoria
y el trazo grueso a labio
que llevo de tu nombre
como plegaria invicta
de sola entre las solas,
de chica al ras de amar.
mientras besas y besas,
te busco de noche
mientras sé lo que haces,
esgrimo una sonrisa
en el espejo ascensor,
se queda allí pegada
con la escupida de dolerme
tres días seguidos
el mismo corazón,
tan tango y tan quebrada
con dos monedas sucias
y un par de ojos carbón,
la lija de tus manos
que se olvidan
de mis pechos,
un vale cuatro al alma
la quintaespera de algo,
mientras nadas en látigos
y eliges la mejilla
y tocas mis pupilas
con el aliento a sexo
metido en una excusa
de mi contestadora,
curioso el artefacto,
que no contesta nunca
sino que me desvela
con tus palabras cortas,
navajas,
incendio de corpiños
en lo de la memoria
y el trazo grueso a labio
que llevo de tu nombre
como plegaria invicta
de sola entre las solas,
de chica al ras de amar.
No tengo idea quién lo escribió.
sábado, septiembre 11, 2010
Tu sonrisa desnudaba cierta travesura
y tus ojos eran cómplices de tu aventura.
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Las Pastillas del Abuelo,
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domingo, septiembre 05, 2010
jueves, septiembre 02, 2010
Tu nombre...
Trato de escribir en la oscuridad tu nombre.
Trato de escribir que te amo.
Trato de decir a oscuras todo esto.
No quiero que nadie se entere,
que nadie me mire a las tres de la mañana
paseando de un lado a otro de la estancia,
loco, lleno de ti, enamorado.
Iluminado, ciego, lleno de ti, derramándote.
Digo tu nombre con todo el silencio de la noche,
lo grita mi corazón amordazado.
Repito tu nombre, vuelvo a decirlo,
lo digo incansablemente,
y estoy seguro que habrá de amanecer.
Trato de escribir que te amo.
Trato de decir a oscuras todo esto.
No quiero que nadie se entere,
que nadie me mire a las tres de la mañana
paseando de un lado a otro de la estancia,
loco, lleno de ti, enamorado.
Iluminado, ciego, lleno de ti, derramándote.
Digo tu nombre con todo el silencio de la noche,
lo grita mi corazón amordazado.
Repito tu nombre, vuelvo a decirlo,
lo digo incansablemente,
y estoy seguro que habrá de amanecer.
Jaime Sabines.
martes, agosto 31, 2010
Santa Rosa no te quiero acá.
Nubes negras sobre mí...
Y llueve adentro mío y llueve adentro tuyo... nuestras almas relucen... nuestras almas se ahogan por las lágrimas incansables.
¿Cuánto dura ésta tormenta? ¿Realmente es pasajera?
Las gotas caen empapando mis mejillas... mis labios desean secar las tuyas... Quiero abrazarte y escurrirte el cuerpito, tan grande, tan frágil.
Te ofrezco mis manos, que aunque no son sanadoras, son suaves y cálidas para mimarte... No quiero dolerte... No quiero que llores.
Que pare ésta lluvia, ésta lluvia que parece ser interminable...
que salga el sol para vos, para mi.
que salga el sol para vos, para mi.
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Dedicados,
Historias y otras cositas mías
Para vos...
Quiero ver, quiero entrar, nena, nadie te va a hacer mal, excepto amarte. Vas aquí, vas allá, pero nunca te encontrarás al escaparte.
No hay fuerza alrededor no hay pociones para el amor, ¿dónde estás? ¿dónde voy? Porque estamos en la calle de la sensación, muy lejos del sol que quema de amor.
Te doy pan, quieres sal, nena, nunca te voy a dar lo que me pides. Te doy Dios, quieres más, es que nunca comprenderás a un pobre pibe.
Esas motos que van a mil sólo el viento te harán sentir nada más, nada más. Si pudieras olvidar tu mente frente a mi, sé que tu corazón diría que sí.
Te doy pan, quieres sal, nena, nunca te voy a dar lo que me pides. Te doy Dios, quieres más, es que nunca comprenderás a un pobre pibe.
Esas motos que van a mil sólo el viento te harán sentir nada más, nada más. Si pudieras olvidar tu mente frente a mi, sé que tu corazón diría que sí.
Serú Girán
lunes, agosto 30, 2010
viernes, agosto 27, 2010
¡Aparecé!
Extraño a un amigo que no sé por dónde anda.
Extraño a un amigo que está colgado en las ramas.
Extraño a un amigo...
sus palabras, su risa, su ternura.
...A veces estoy tan bien, estoy tan down. CALAMBRES EN EL ALMA.
Cada cual tiene un trip en el bocho, difícil que lleguemos a ponernos de acuerdo...
miércoles, agosto 25, 2010
lunes, agosto 23, 2010
Sola en Baires... ♫
Llego tarde, llego tarde, llego tarde, tengo que encontrarte antes que salga este sol... Llego tarde, llego tarde, llego tarde... Taxi pase en rojo y déjeme en Pueyrredón, hace tantos días que no escucho su voz... Me dijiste que no estabas bien, que yo te hacia cargar esta cruz y ahora entiendo qué pasó, nunca supiste ver mi luz... No podía dejarlo así, es triste imaginar el final, vos perdiste un whisky y yo escapé por la cuidad... Sola en Baires, sola en Baires, sola en Baires, es un mundo frío este si no estoy con vos, trato de entregarme y nunca para el motor, nunca para el motor... Sola en Baires, tan sola en Baires, sola en Baires, vos nunca supiste de que padre era yo, no importa siempre vuelve a mí lo mejor de los dos... Estamos en el film, extraña y vieja sensación, es mejor de explicarse así... En medio de la noche me voy, prefiero darle fin y nunca depender de vos... Llego tarde, llego tarde, llego tarde, sola en Baires, llego tarde...SOLA EN BAIRES.
Fabiana Cantilo
jueves, agosto 19, 2010
Nada de lo que vendrá podrá ser igual a lo que fue algún día, todo pasa, todo siempre pasará. La vida viene en olas como el mar, en un vaivén infinito. Todo lo que ves no es igual a lo que vimos hace un segundo, todo cambia todo el tiempo en el mundo. De nada sirve huir ni mentirse a uno mismo, ahora hay tanta vida ahí afuera y aquí dentro siempre como una ola en el mar...
Diego Torres
martes, agosto 17, 2010
Y mientras tanto el sol se muere...
Todavía no usé mi milagro de hoy (que corta es la vida, mi amor!)
No voy a buscar mas consuelos tontos si pasa algo malo esta vez.
Te voy a buscar en la oscuridad...
Yo no sé si pueda volver a encontrarte, amor, si Dios no me quiere en tu eternidad
Sueño con que duermo, no lleno mi tumba aún y un poquito tarde ésta vez se va a hacer…
Y mientras tanto el sol se muere y no parece importarnos…
Mientras te quiero el sol se apaga y si Dios queda en nada o no existe,
t e a m a r é m u c h o m á s.
Te voy a encontrar en la oscuridad...
Algún día, pronto, una de mis vidas va a intentar matarme y lo vá a lograr
Cómo será andar solito allá en la muerte? Ay! mi amor…ya sin vos…sin tu sueño…
Yo no sabría echarte de menos (soy un ladrón que robó dolor)
y si te pierdo camino a casa, ya te dije esto antes…linda mía
…te voy a encontrar, te voy a buscar, y te voy a encontrar…
No voy a buscar mas consuelos tontos si pasa algo malo esta vez.
Te voy a buscar en la oscuridad...
Yo no sé si pueda volver a encontrarte, amor, si Dios no me quiere en tu eternidad
Sueño con que duermo, no lleno mi tumba aún y un poquito tarde ésta vez se va a hacer…
Y mientras tanto el sol se muere y no parece importarnos…
Mientras te quiero el sol se apaga y si Dios queda en nada o no existe,
t e a m a r é m u c h o m á s.
Te voy a encontrar en la oscuridad...
Algún día, pronto, una de mis vidas va a intentar matarme y lo vá a lograr
Cómo será andar solito allá en la muerte? Ay! mi amor…ya sin vos…sin tu sueño…
Yo no sabría echarte de menos (soy un ladrón que robó dolor)
y si te pierdo camino a casa, ya te dije esto antes…linda mía
…te voy a encontrar, te voy a buscar, y te voy a encontrar…
Indio Solari
viernes, agosto 13, 2010
Soy feliz e infeliz a la vez...
"Me seducen las distancias lejanas, el inmenso vacío que proyecto sobre el mundo. Crece en mí una sensación de vaciedad; se infiltra en mi cuerpo como un fluido ligero e impalpable. En su avance, como una dilación hasta el infinito, siento la presencia misteriosa de los sentimientos más contradictorios que ha acogido jamás el alma humana. Soy feliz e infeliz a la vez. Estoy exaltado y deprimido, desbordado por el placer y la desesperación en la más contradictoria de las armonías. Estoy tan alegre y tan triste que en mis lágrimas se reflejan el cielo y la tierra al mismo tiempo. Aunque sea solamente por la alegría de mi tristeza, querría que no hubiera más muerte en esta Tierra. "
Me seducen las distancias lejanas, de Breviario de podredumbre. - Emile Ciorán
jueves, agosto 12, 2010
Yo te espero...
Te invito a pasar, te invito a volar,
en mi vida hay soledad y en tus ojos poesía.
imagino tempestades y dibujo profecías.
Me desprendo de tu mano y me voy amándote,
más y más buscándote en donde estés...
La Ley.
en mi vida hay soledad y en tus ojos poesía.
Y si el avión se va, se va lo que se va,
en casa yo te espero, en casa yo estaré...
En tiempos demenciales, empiezo a soñar,en casa yo te espero, en casa yo estaré...
imagino tempestades y dibujo profecías.
Y si el amor se va, será lo que será,
en casa yo te espero, en casa yo estaré,
en casa yo te espero y te acurrucaré...
Hay un lapso que me abraza y me atrapa al regresar. en casa yo te espero, en casa yo estaré,
en casa yo te espero y te acurrucaré...
Me desprendo de tu mano y me voy amándote,
más y más buscándote en donde estés...
Y si el avión se va, será lo que se va,
en casa yo te espero, en casa yo estaré,
en casa yo te espero y te extrañaré...
en casa yo te espero, en casa yo estaré,
en casa yo te espero y te extrañaré...
La Ley.
viernes, agosto 06, 2010
jueves, agosto 05, 2010
Tristeza.
Y total a quién le importa cómo estás...
Todos con sus mambos, todos con sus historias.
NO HAY TIEMPO PARA VOS.
Pero vos siempre de alguna forma, tenes tiempo para los demás.
NO ES JUSTO, CLARO.
Y uno siempre da más de lo que recibe.
Y a uno a veces le dan tan poco que hubiese sido mejor no recibir nada.
DEJAR DE DAR, ES ESA LA SOLUCIÓN?
Yo soy de las que siempre están...
Estoy en los buenos y malos momentos.
Estoy para escuchar, para acompañar.
Estoy para recibir descargas no merecidas.
Estoy para secar lágrimas, para consolar.
Estoy para dar abrazos.
Estoy para hacer reír.
Estoy para perdonar.
Entre otras cosas...
Y doy todo de mí en esos momentos...
Me entrego completamente para quien me necesite.
Y no es que espero exactamente lo mismo de la otra parte, para nada...
Pero sí, uno siempre espera un poquito de interes, uno siempre necesita sentirse un poquito importante, un poquito mimado... y son tan pocas las veces que recibo esos puchitos de cariño!
Ando sensible, ando triste...
y si no cuelgo estos carteles diciéndolo, nadie se da cuenta.
y si no hago estos recordatorios, nadie vuelve a preguntar.
Y por qué llegar a éste punto?
Por qué nadie pregunta cuando corresponde hacerlo?
Por qué siempre llegan tarde?
¿Por qué nadie me entiende?
Todos con sus mambos, todos con sus historias.
NO HAY TIEMPO PARA VOS.
Pero vos siempre de alguna forma, tenes tiempo para los demás.
NO ES JUSTO, CLARO.
Y uno siempre da más de lo que recibe.
Y a uno a veces le dan tan poco que hubiese sido mejor no recibir nada.
DEJAR DE DAR, ES ESA LA SOLUCIÓN?
Yo soy de las que siempre están...
Estoy en los buenos y malos momentos.
Estoy para escuchar, para acompañar.
Estoy para recibir descargas no merecidas.
Estoy para secar lágrimas, para consolar.
Estoy para dar abrazos.
Estoy para hacer reír.
Estoy para perdonar.
Entre otras cosas...
Y doy todo de mí en esos momentos...
Me entrego completamente para quien me necesite.
Y no es que espero exactamente lo mismo de la otra parte, para nada...
Pero sí, uno siempre espera un poquito de interes, uno siempre necesita sentirse un poquito importante, un poquito mimado... y son tan pocas las veces que recibo esos puchitos de cariño!
Ando sensible, ando triste...
y si no cuelgo estos carteles diciéndolo, nadie se da cuenta.
y si no hago estos recordatorios, nadie vuelve a preguntar.
Y por qué llegar a éste punto?
Por qué nadie pregunta cuando corresponde hacerlo?
Por qué siempre llegan tarde?
¿Por qué nadie me entiende?
miércoles, agosto 04, 2010
jueves, julio 29, 2010
Un destello de felicidad...
El mundo es una pesadilla y yo he sido tan feliz. El mundo se derrumba y gira, pido disculpas por vivir. Ya lo sé, no soy un héroe, no soy el más valiente de los que te amaron, no soy tu estrella ni el tipo que disfruta tus pecados. No pido excusas ni perdón, salvar tu vida o redención, solo busco un trozo de verdad. Un destello de felicidad. Bebí del ron de la nostalgia, dulce verano de diciembre. Suena tu risa en el contestador, dulce delirio adolescente. Ya lo sé, no traigo nada, no traigo solución, no traigo paz. Sueño con olas que empujen nuestras vidas hasta el mar. En un banco del parque hallé la llave que cierra el Edén donde el tiempo riega tu rosal. Un destello de felicidad. Ya lo sé, no traigo nada, sólo una luz que me quema en el pecho. ¿Nunca has pensado en huir al sur para empezar de nuevo? Perdido en San Telmo soñé que te encontraba igual que ayer, ilmuninando mi ventanal. Un destello de felicidad. El mundo es una pesadilla y yo he sido tan feliz. El mundo se derrumba y gira pido disculpas por vivir.
Ismael Serrano.
martes, julio 27, 2010
Más allá...
Te amo más allá del origen primitivo de las causas,
de los defectos o virtudes que en éste juego te invento
de la realidad que despierta mis más puras fantasías,
más allá de tu existir en forma entera y pensamiento.
Te amo más allás de conocer las consecuencias,
de las firmes teorías y la voz de mi conciencia
del deseo natural de posesión y pertenencia
más allá de que existas en materia o en esencia.
Te amo más allá de los efectos, los medios y los fines,
de la manera de definirte en palabra y sentimiento;
de la razón que desafía en su verdad a mis imágenes,
más allá de lo que soy... si te amo o si me miento.
Diego Martín Soler
de los defectos o virtudes que en éste juego te invento
de la realidad que despierta mis más puras fantasías,
más allá de tu existir en forma entera y pensamiento.
Te amo más allás de conocer las consecuencias,
de las firmes teorías y la voz de mi conciencia
del deseo natural de posesión y pertenencia
más allá de que existas en materia o en esencia.
Te amo más allá de los efectos, los medios y los fines,
de la manera de definirte en palabra y sentimiento;
de la razón que desafía en su verdad a mis imágenes,
más allá de lo que soy... si te amo o si me miento.
Diego Martín Soler
sábado, julio 24, 2010
Te juro que es verdad...!
"No acertaba a dar nombre a aquellas singulares especies. ¿Pero acaso no formaban parte de las doscientas mil especies vegetales conocidas hasta entonces y sería preciso asignarles un lugar especial entre la flora de las vegetaciones lacustres? No. Cuando nos cobijamos debajo de su sombra, mi sorpresa se trocó en admiración. En efecto, me hallaba en presencia..." Basta. Tengo que cerrar el libro un rato, porque evidentemente mi cabeza no está acá y ya perdí el hilo de la historia. Continuo el viaje hacia el trabajo, me quedarán unos 15/20 minutos y miro por la ventana y miro a los autos y a la gente pasar. Poco a poco dejo de prestarle atención a aquellos movimientos y mi cabeza vuelve a aquel momento que me distrajo de la lectura. Aunque vale aclarar que más que momento fue un pensamiento, fue un recuerdo. Pensé en tu buzo, sí, no sé, se me apareció la imagen, "yo con tu buzo puesto" y a esa la precedió la de tu abrazo, y sí, van conectadas. Tu abrazo al cual me había acostumbrado y hace tiempo no lo tengo, tu abrazo, el que pensé que no iba a tener más, hasta que hablamos y supe, contentísima, que dentro de muy poco lo voy a volver a tener. Tus brazos y mis brazos, nuestros pechos juntos, sintiendo cada uno el latido del otro, tu respiración cerquita y quizás si todo sale a mi favor, nuestros labios rozándose... y ahí, sola, en el fondo del colectivo un escalofrío se apoderó de mí, sospecho que también mi boca se transformó en una sonrisa y mis ojos se cerraron soñando con vos...
Miro por la ventana y descubro que en la próxima parada tengo que bajar, tan rápido pasó el tiempo? Bueno, por un lado mejor, es indicio de que falta menos para nuestro encuentro. Me bajo y camino rápido esas tres cuadras hasta la oficina, tratando de llegar menos tarde de lo que ya estaba llegando.
Verifico que no hay nadie, pongo la pava al fuego, enciendo la estufa... me conecto y ahí estás...
- Holaaaaaaaaaaaaaa corazón!
- Hola gordita hermosha...
:)
Miro por la ventana y descubro que en la próxima parada tengo que bajar, tan rápido pasó el tiempo? Bueno, por un lado mejor, es indicio de que falta menos para nuestro encuentro. Me bajo y camino rápido esas tres cuadras hasta la oficina, tratando de llegar menos tarde de lo que ya estaba llegando.
Verifico que no hay nadie, pongo la pava al fuego, enciendo la estufa... me conecto y ahí estás...
- Holaaaaaaaaaaaaaa corazón!
- Hola gordita hermosha...
:)
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Dedicados,
Historias y otras cositas mías
jueves, julio 22, 2010
Querer...
Quisiera que mis manos no se vayan de boca tan seguido, escribiendo cosas lastimosas... Quisiera que mi lengua se controle y no hiera tan fácilmente como si fuera una daga filosa... Quisiera que mis ojos no lanzacen rayos fulminantes, devastadores... Quisiera que mis dedos no dejaran cicatrices en las pieles que tocan...
Quisiera hacer siempre el bien, aunque el mal suela tentarme... Quisiera ser siempre una buena persona, y dejar de prestarle mi cuerpo al diablo... Quisiera que mis acciones no provoquen tristeza... Quisiera ser más optimista, aunque la mayor parte del tiempo espere sentadita a aquella de negro, para que me lleve...
Quisiera... pero amo ser como soy, aunque a veces duela, duela adentro... y mucho.
Quisiera hacer siempre el bien, aunque el mal suela tentarme... Quisiera ser siempre una buena persona, y dejar de prestarle mi cuerpo al diablo... Quisiera que mis acciones no provoquen tristeza... Quisiera ser más optimista, aunque la mayor parte del tiempo espere sentadita a aquella de negro, para que me lleve...
Quisiera... pero amo ser como soy, aunque a veces duela, duela adentro... y mucho.
domingo, julio 18, 2010
Tu nombre...
Una palabra como sobresalto del silencio.
Una sola. Suficiente. Detenida. Nombradora.
Que viaje hasta sus manos, que delate sus ojos.
El nombre. Ese. El suyo.
Repetido y repetido como salmo,
que trace el boceto, organice,
reúna sus partes. Que de eso se trata.
De ponerlo sobre, a los lados, al frente.
Así. Ineludible.
Como aire agua tierra fuego.
Léase: yo iba ensombrado, huído de mí.
Una, la de la palabra con su nombre
me subió a la vida me resucitó.
Marcos Silber.
Una sola. Suficiente. Detenida. Nombradora.
Que viaje hasta sus manos, que delate sus ojos.
El nombre. Ese. El suyo.
Repetido y repetido como salmo,
que trace el boceto, organice,
reúna sus partes. Que de eso se trata.
De ponerlo sobre, a los lados, al frente.
Así. Ineludible.
Como aire agua tierra fuego.
Léase: yo iba ensombrado, huído de mí.
Una, la de la palabra con su nombre
me subió a la vida me resucitó.
Marcos Silber.
Me pregunta...
Me pregunta cuántos besos, el hombre,
cuántas noches la entrepierna mojada
la fibra como largo rato al sol
el aliento celeste.
Cuántos llevo en mi suma me pregunta
subido al estrado carnal
rey en la rueda de todos los ancestros.
Soy flor de invernadero, siempre seré,
tendría que decirle
nada para contar, varón,
el poema es tan breve que al fin lo olvidarías.
Insiste quiero señas
toda mujer es trópico rotundo.
Da pena su desdicha
debería explicarle mariposas
flama en el corazón del huracán
un tallo despiadadamente azul
débil para ejercer la materia absoluta.
Se empecina
busca rastros en pliegues los silencios
jura que obligadamente soy
si soy la hembra soberbia que lo asiste.
Entonces, madremente, le relato aquel sueño
de atroces marineros
y ladrones
alcoholicos
santos peregrinos
lo consuelo con jueces malversantes
muchachitos de escuela también empecinados
en mi flanco y su honor.
Se calma se abuena el hombre
mientras comienza en él ese como vacío
fantasma de otro puramente animal
un mar en retirada.
Sal y espuma que deja
la bajamarea del placer.
Marion Berguenfeld.
cuántas noches la entrepierna mojada
la fibra como largo rato al sol
el aliento celeste.
Cuántos llevo en mi suma me pregunta
subido al estrado carnal
rey en la rueda de todos los ancestros.
Soy flor de invernadero, siempre seré,
tendría que decirle
nada para contar, varón,
el poema es tan breve que al fin lo olvidarías.
Insiste quiero señas
toda mujer es trópico rotundo.
Da pena su desdicha
debería explicarle mariposas
flama en el corazón del huracán
un tallo despiadadamente azul
débil para ejercer la materia absoluta.
Se empecina
busca rastros en pliegues los silencios
jura que obligadamente soy
si soy la hembra soberbia que lo asiste.
Entonces, madremente, le relato aquel sueño
de atroces marineros
y ladrones
alcoholicos
santos peregrinos
lo consuelo con jueces malversantes
muchachitos de escuela también empecinados
en mi flanco y su honor.
Se calma se abuena el hombre
mientras comienza en él ese como vacío
fantasma de otro puramente animal
un mar en retirada.
Sal y espuma que deja
la bajamarea del placer.
Marion Berguenfeld.
viernes, julio 16, 2010
Es mi culpa esa sonrisa forzada, y el malestar en el recuerdo.
Las palabras enredadas, que pronuncias mientras duermo.
Percibo tu soledad no asumida y tu mirada algo infantil.
Oigo tu plegaria inquisitiva, y miento mi escape más sutil.
Temo que son duras las palabras que aún no me atrevo a escuchar.
Yo fuí quien clavó la daga en tu alma;y mi herida la que debería sangrar.
Tiene todo hoy aroma a culpa. Tiene mi alma hoy una armadura.
Tu reclamo en mi vacío se oculta. Brota en mí tu dolor y tu amargura.
Te entrego mi actuación más sublime. Un ramo de rosas con espinas,
mi culpa, que nada la redime...
Te regalo mi adiós desde una esquina.
Las palabras enredadas, que pronuncias mientras duermo.
Percibo tu soledad no asumida y tu mirada algo infantil.
Oigo tu plegaria inquisitiva, y miento mi escape más sutil.
Temo que son duras las palabras que aún no me atrevo a escuchar.
Yo fuí quien clavó la daga en tu alma;y mi herida la que debería sangrar.
Tiene todo hoy aroma a culpa. Tiene mi alma hoy una armadura.
Tu reclamo en mi vacío se oculta. Brota en mí tu dolor y tu amargura.
Te entrego mi actuación más sublime. Un ramo de rosas con espinas,
mi culpa, que nada la redime...
Te regalo mi adiós desde una esquina.
De ella para mí...
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