¿Qué fue de ese poema que no pude atrapar, el que pasó rengueando frente a mí con las alitas rotas?

domingo, julio 18, 2010

Me pregunta...


Me pregunta cuántos besos, el hombre,
cuántas noches la entrepierna mojada
la fibra como largo rato al sol
el aliento celeste.

Cuántos llevo en mi suma me pregunta
subido al estrado carnal
rey en la rueda de todos los ancestros.

Soy flor de invernadero, siempre seré,
tendría que decirle
nada para contar, varón,
el poema es tan breve que al fin lo olvidarías.
Insiste quiero señas
toda mujer es trópico rotundo.


Da pena su desdicha

debería explicarle mariposas

flama en el corazón del huracán
un tallo despiadadamente azul

débil para ejercer la materia absoluta.


Se empecina

busca rastros en pliegues los silencios

jura que obligadamente soy
si soy la hembra soberbia que lo asiste.


Entonces, madremente, le relato aquel sueño

de atroces marineros

y ladrones

alcoholicos

santos peregrinos

lo consuelo con jueces malversantes

muchachitos de escuela también empecinados

en mi flanco y su honor.

Se calma se abuena el hombre

mientras comienza en él ese como vacío

fantasma de otro puramente animal

un mar en retirada.


Sal y espuma que deja

la bajamarea del placer.



Marion Berguenfeld.

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