Me pregunta cuántos besos, el hombre,
cuántas noches la entrepierna mojada
la fibra como largo rato al sol
el aliento celeste.
Cuántos llevo en mi suma me pregunta
subido al estrado carnal
rey en la rueda de todos los ancestros.
Soy flor de invernadero, siempre seré,
tendría que decirle
nada para contar, varón,
el poema es tan breve que al fin lo olvidarías.
Insiste quiero señas
toda mujer es trópico rotundo.
Da pena su desdicha
debería explicarle mariposas
flama en el corazón del huracán
un tallo despiadadamente azul
débil para ejercer la materia absoluta.
Se empecina
busca rastros en pliegues los silencios
jura que obligadamente soy
si soy la hembra soberbia que lo asiste.
Entonces, madremente, le relato aquel sueño
de atroces marineros
y ladrones
alcoholicos
santos peregrinos
lo consuelo con jueces malversantes
muchachitos de escuela también empecinados
en mi flanco y su honor.
Se calma se abuena el hombre
mientras comienza en él ese como vacío
fantasma de otro puramente animal
un mar en retirada.
Sal y espuma que deja
la bajamarea del placer.
Marion Berguenfeld.
cuántas noches la entrepierna mojada
la fibra como largo rato al sol
el aliento celeste.
Cuántos llevo en mi suma me pregunta
subido al estrado carnal
rey en la rueda de todos los ancestros.
Soy flor de invernadero, siempre seré,
tendría que decirle
nada para contar, varón,
el poema es tan breve que al fin lo olvidarías.
Insiste quiero señas
toda mujer es trópico rotundo.
Da pena su desdicha
debería explicarle mariposas
flama en el corazón del huracán
un tallo despiadadamente azul
débil para ejercer la materia absoluta.
Se empecina
busca rastros en pliegues los silencios
jura que obligadamente soy
si soy la hembra soberbia que lo asiste.
Entonces, madremente, le relato aquel sueño
de atroces marineros
y ladrones
alcoholicos
santos peregrinos
lo consuelo con jueces malversantes
muchachitos de escuela también empecinados
en mi flanco y su honor.
Se calma se abuena el hombre
mientras comienza en él ese como vacío
fantasma de otro puramente animal
un mar en retirada.
Sal y espuma que deja
la bajamarea del placer.
Marion Berguenfeld.
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