¿Qué fue de ese poema que no pude atrapar, el que pasó rengueando frente a mí con las alitas rotas?

viernes, septiembre 30, 2011

Catarisis.

No entiendo y me quemo la cabeza tratando de comprender por qué la gente le escapa a los sentimientos, a las oportunidades que se le presentan.
Tan difícil es asumir lo que les pasa? Tanto sufrieron que hoy no pueden dejarse llevar por lo que sienten?
El escudo que se ponen es impenetrable, sí, hay algunas personas que son un poco más accesibles, pero donde uno logra entrar un poquito, zás! vuelven a armarse de cobre.
Soy de las que creen que los sentimientos no se pueden controlar, podes disimular, hacer como que no estuvieran ahí, pero llega un momento en que crecen y crecen tanto que ya no se pueden evitar... Una vez asumidos puede pasar que estés a tiempo de demostrarlos o que ya haya pasado el tren, y qué feo si pasa esto último! Darte cuenta que por no arriesgarte perdiste una oportunidad de estar bien, una posible relación, o bien, una amistad.
Ya sé que no somos todos iguales, sé que no puedo pretender que todos sean como yo... Porque yo soy impulsiva, soñadora, arriesgada, soy de las que se la juegan a todo o nada, que se dejan llevar y que van siempre de frente, pase lo que pase. Sé que no puedo cambiar a la gente, aunque quisiera que todos respondieran igual que yo, ya sea bueno o malo el resultado final.
En fin, retomando con mi maldito karma, no comprendo esas reacciones, donde uno se escapa y evade momentos lindos, se ataja, aún sabiendo que está bien, que lo que está naciendo está bueno y lo hace sentir cómodo...
Por qué hablar de más? Por qué no dejarlo ser, sin tanto que aclarar, más cuando nadie pidió una explicación?

...

Y la termino acá, porque no quiero escribir un monólogo, ni sonar más patética de lo que ya soy.

-.Let it be.-

martes, septiembre 27, 2011

Yo tengo ganas de salir... y vos?

Evidentemente el 14/08/2009, me había fumado un cigarrillo de optimismo y escribí esto que hoy comparto en el blog... Espero que guste :)

Tenes ojos... SALÍ  a mirar todo y a todos... a los paisajes y a la cara de la gente.
Tenes nariz... SALÍ a buscar aquellos viejos aromas... y algunos nuevos.
Tenes oídos... SALÍ a escuchar los sonidos que te brinda la naturaleza y la ciudad... y a esas vocesitas que siempre están.
Tenes boca... SALÍ a gritar, a decir, a cantar, a buscar nuevos sabores... y también a besar.
Tenes manos... SALÍ a tocar, a mi mimar, a descubrir, a crear.
Tenes pies... SALÍ a andar, no importa cuál sea la dirección, pero caminá.
Y sobre todo... Estás vivo... SALÍ A RESPIRAR!
¿Qué más podes pedir? ¿Qué más necesitás?

Que el pasado quede en la memoria, en el corazón... Que los recuerdos no se pierdan, aprendé de ellos.
Que en el fururo estén los sueños y las metas a cumplir... pero no lo planees, dejate llevar.
Y al presente, aprovechalo, VIVILO, por vos y por los que ya no están... y por los que están también...
No te dejes, no te abandones, no te rindas... No saques bandera blanca!

Por alguna razón estamos HOY acá. Busquémosla...
Que la intriga de conocerla sea el motor para seguir... para querer siempre SALIR.
Y estoy segura que el día que la encontremos, vamos a decir, como dijo un señor alguna vez:
¡¡¡LA PUTA QUE VALE LA PENA ESTAR VIVO!!!

Espero que puedas... espero poder decir ésta frase MILES de veces :)

Yo.

domingo, septiembre 25, 2011

Lo que quiero y lo que no.


Mirame, por piedad no me mires, no sonrías, date vuelta y andate, quedate un pucho más pero tomá distancia y abrazame, y besame, no me toques que duele, pero besame que duele sino, vos conocés la salida, dejame solo... No me dejes por favor!
Triste y casi hermosa, te perdiste por buscarme un día, que "andábamos sin buscarnos pero sabiendo..:" yo qué sé qué cosas... Triste y casi hermosa, hermosa y casi triste me perdiste por buscarte un día y yo buscándote todavía por acá...
Basura que no huele a basura, huele mal y se sospecha algo raro...
No me escuches que ya debo estar muy borracho, pero escuchame, si yo te quiero, si yo no puedo ni aunque quiera,  yo no puedo hacerte mal...
Escuchame, si yo te quiero, si yo no puedo hacerte mal.

viernes, septiembre 23, 2011

Te sedujo la fantasía de rescatar al truhán... ''El que avisa no es traicionero'' te sugirió, perspicaz...
Si se obstina una señorita, no hay galletita por pan que consienta su caprichoso apetito de amor y paz...♫

sábado, septiembre 17, 2011

Y ya no creo, no creo en el azar, 
nada más todo esto tenía que pasar...

jueves, septiembre 15, 2011

Mate, te amo... ♥

El mate no es una bebida. Bueno, sí. Es un líquido y entra por la boca. Pero no es una bebida.
En éste país nadie toma mate porque tenga sed. Es más bien una costumbre, como rascarse.
El mate es exactamente lo contrario de la televisión: te hace conversar si estás con alguien y te hace pensar cuando estás solo.
Cuando llega alguien a tu casa la primera frase es "Hola" y la segunda "¿Unos mates?".
Esto pasa en todas las casas. En la de los ricos y en la de los pobres. Pasa entre mujeres charlatanas y chismosas, y pasa entre hombres serios e inmaduros. Pasa entre los viejos de un geriátrico y entre los adolescentes mientras estudian o se drogan. Es lo único que comparten los padres y los hijos sin discutir ni echarse en cara. Peronistas y radicales ceban mate sin preguntar. En verano y en invierno.
Es lo único en lo que nos parecemos las víctimas y los verdugos; los buenos y los malos.
Cuando tenes un hijo, le empezás a dar mate cuando te pide. Se lo das tibiecito, con mucha azúcar y se sienten grandes. Sentís un orgullo enorme cuando un esquenuncito de tu sangre empieza a chupar mate. Se te sale el corazón del cuerpo.
Después ellos, con los años, elegirán si tomarlo amargo, dulce, muy caliente, tereré, con cáscara de naranja, con yuyos, con un chorrito de limón.
Cuando conocés a alguien por primera vez, te tomás unos mates. La gente pregunta, cuando no hay confianza: "Dulce o amargo" y el otro responde: "Como tomes vos".
Los teclados de Argentina tienen las letras llenas de yerba.
La yerba es lo único que hay siempre, en todas las casas. Siempre. Con inflación, con hambre, con militares, con democracia, con cualquiera de nuestras pestes y maldiciones eternas. Y si un día no hay yerba, un vecino tiene y te da. La yerba no se le niega a nadie.
Éste es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular. Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos de los padres. Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar unos mates, solos. No es casualidad. No es porque sí. El día que un chico pone la pava al fuego y toma su primer mate sin que haya nadie en casa, en ese minuto, es que ha descubierto que tiene alma. O está muerto de miedo, o está muerto de amor, o algo: pero no es un día cualquiera.
Ninguno de nosotros nos acordamos del día en que tomamos por primera vez un mate solo. Debe haber sido un día importante para cada uno. Por dentro hay revoluciones.
El sencillo mate es nada más y nada menos que una demostración de valores.
Es la solidaridad de bancar esos mates lavados... porque la charla es buena! La charla, no el mate.
Es el respeto por los tiempos para hablar y escuchar, vos hablás mientras el otro toma y es la sinceridad para decir: ¡Basta, cambiá la yerba!.
Es el compañerísmo hecho momento.
Es la sensibilidad al agua hirviendo.
Es el cariño para preguntar, estúpidamente: ¿Está caliente, no?.
Es la modestia de quien ceba el mejor mate.
Es la generosidad de dar hasta el final.
Es la hospitalidad de la invitación.
Es la justicia de uno por uno.
Es la obligación de decir "Gracias", al menos una vez al día.
Es la actitud ética, franca y leal de encontrarse sin mayores pretensiones que compartir.






Existen millones de fábulas tristes, no todas culminan con vino y perdices... 
Se puede jurar que no hay nada más triste que un ángel dejando la magia pudrirse...

martes, septiembre 13, 2011

Tengo una imagen en mi cabeza...

Un parque, mates, y cigarros de por medio.
 
Unas arruguitas que se forman al costado de tus ojos al reír, tus manos tapan tu cara escondiendo las mejillas sonrojadas, tu boca semi-abierta forma una sonrisa, los dientes se asoman tímidamente, emitiendo una leve carcajada contagiosa.

Mis ojos no se permiten pestañear, sonrío tontamente, sutilmente, controlo mi cuerpo, derritiéndome por dentro, espantando al viento que viene directo a mi frente.

¿Se detuvo el reloj? 
¿Cuánto tiempo estuvimos así?

Tengo una imagen en mi cabeza...  
y pretende ser eterna.

sábado, septiembre 03, 2011

Te quiero porque tienes...

Te quiero porque tienes
las partes de la mujer en el lugar preciso
y estás completa.
No te falta ni un pétalo,
ni un olor, ni una sombra.
Colocada en tu alma,
dispuesta a ser rocío en la yerba del mundo,
leche de luna en las oscuras hojas.
Quizás me ves,
tal vez, acaso un día,
en una lámpara apagada,
en un rincón del cuarto donde duermes,
soy la mancha, un punto en la pared,
alguna raya que tus ojos, sin ti,
se quedan viendo.
Quizás me reconoces
como una hora antigua
cuando a solas preguntas, te interrogas
con el cuerpo cerrado y sin respuesta.
Soy una cicatriz que ya no existe,
un beso ya lavado por el tiempo,
un amor y otro amor que ya enterraste.
Pero estás en mis manos y me tienes
y en tus manos estoy, brasa, ceniza,
para secar tus lágrimas que lloro.
¿En qué lugar, en dónde, a qué deshoras
me dirás que te amo? Esto es urgente
porque la eternidad se nos acaba.

Recoge mi cabeza. Guarda el brazo
con que amé tu cintura. No me dejes
en medio de tu sangre en esa toalla.

Jaime Sabines