Toc toc...

Y sin darme tiempo a preguntar quién eras entraste corriendo a mi vida. ¿Habrá sido conciente o te habrás confundido de puerta?
Mejor no preguntar. Mejor dejarlo ser.
Por las dudas voy a cerrar bien con llave. Por las dudas...
Pero te la doy a vos, para que vos te encargues de que no entre nadie más, para confiar en vos y saber que no vas a escapar aún teniendo la salida a tu disposición.
Quiero que te sientas cómodo y por eso voy a dejarte las ventanas abiertas de mi corazón, para no ahogarte, para que veas qué hay afuera y tengas la posibilidad de elegir. Para que puedas decidir quedarte, porque acá estás bien, porque te gusta... Porque te gusto.

Vení, acomodate. Abrazame el alma. Dejate querer.