¿Qué fue de ese poema que no pude atrapar, el que pasó rengueando frente a mí con las alitas rotas?

sábado, enero 23, 2010

Noche...

Siento que en vano he conocido aquello que te nombra, que no tendrá un cauce mi dolor acumulado. Te amo como al esplendor de cada día y he visto desgarrarse la quietud que anticipa tu presencia.


Sólo existirán seres mutilados y lacios y máscaras de torpes gesticulaciones, de muecas sin sentido.
Nada tendré fuera de ti.


Poseo tus palabras, todas las formas de mi ser habitas. Descubro tu rostro imprevisto en torno a cada instante de tu beso, en la tibia avidez de tu caricia. Tu beso contiene la noche.


Pero vuelve un vasto caer de silencios y temo el dilatarse de una soledad desconocida; temo despertar triste a tu lado; temo la imagen de otra plenitud imperturbable.

Elsa Cross


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