¡Bailá, vení, volá!
¿Qué fue de ese poema que no pude atrapar, el que pasó rengueando frente a mí con las alitas rotas?
jueves, enero 21, 2010
Si cada lágrima mía,
al caer se transformase en moneda,
al día de hoy sería millonaria...
1 comentario:
Anónimo dijo...
todos
22 de enero de 2010, 8:17 p. m.
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