¿Qué fue de ese poema que no pude atrapar, el que pasó rengueando frente a mí con las alitas rotas?

jueves, septiembre 18, 2014

Verdades o mentiras...?

Ayer hablé con un amigo, un ratito, sobre el blog, y surgió la siguiente conversación:

Yo: Yo subí un par de cositas, más mentirosas que verdaderas, pero bueno, me hago la positiva para creermelo, jaja!

Él: Siii, yo siempre creí que el autoconvencimiento es una buena estrategia.

Yo: El autoconvencimiento sirve para el afuera, cuando llega la noche y la cabeza vuela, ahí te das cuenta que es todo una mierda, jajaja

Él: Y bueno... Pero es como el zorro del principito, de a poco vas acercándote a ese convencimiento, hasta que termina siendo así.


Supongamos que sea así... Falta mucho para que pase eso? Digo, está todo bien, me mantengo entretenida, de hecho medio que me volví una fanática del gym, y ahora le sumé clases de bachata... Pero, no... Eso no estaría calmando mucho mi cabeza, aunque debo reconocer, que al final del día, termino tan muerta, que me estoy acostando más temprano, y casi que no pienso mucho... Lo que no quita que durante el día, en cualquier momento, mi cabeza no se me vaya para cualquier lado, y me ponga triste, o me enoje un poquito... 

Ya sé que es cuestión de tiempo, como dije en alguna que otra publicación, pero la verdad es que en estos momentos, a mi se me hace muy largo, y me desespera la cuestión, y no puedo estar relajada, pensando: Tranqui, Car, ya vas a estar bien... No, no puedo eso, y tampoco quiero estar así... Y nada, es todo una mierda.
En fin... Igual, no voy a dejar de ponerle onda... 

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