¿Qué fue de ese poema que no pude atrapar, el que pasó rengueando frente a mí con las alitas rotas?

miércoles, marzo 24, 2010

Abandonar lo que nos hace mal...


"...La vida lo educó a los bastonazos y a veces la muerte también, tuvo como profesor a un diablo bien pirata que le enseñó que la vida no siempre es ganar. Él lo aprendió, lo masticó y por fin supo llorar..." Una y otra vez se repetía esa frase en su cabeza, ya sin el ritmo, ya sin la música. Se despertaba pensando en ella y se dormía diciéndola, como contando ovejitas.
Durante el día, se cuestionaba el por qué de tanta repetición... Acaso se sentía identificado, acaso quería que alguien, quien quiera que sea, le de unos bastonazos? NO. A decir verdad estaba acostumbradísimo a recibir cachetazos por todos lados. Pero ya no le servían de enseñanza, se habían transformado en algo rutinario. Esta cotidianidad había provocado que cada vez que alguien lo necesitara, él ponía su cara, sus perfiles, para recibir el golpe. Ya no importaba si se lo merecía o no. Como dije anteriormente, estaba acostumbrado y tal vez en cierto punto ya no le dolía.
¿Quiénes eran las personas a las cuales él les ofrecía sus cachetes? Podríamos enumerarlas en grupos como por ejemplo, la gente del trabajo, sobre todo su jefe; sus compañeros de estudio; su familia, sobresaliendo el padre; su pareja actual y no olvidar a sus ex que todavía rondaban en su vida; y bueno, ese grupito de gente que siempre está dando vueltas alrededor de uno y no se sabe muy bien dónde encasillarlos.
Una día decidió romper con todas su responsabilidades, excusándose que estaba enfermo y tenía que hacer reposo. Agarró un par de monedas y se tomó el primer colectivo que pasó por la puerta de su casa. Se sentó en el fondo con el fin de observar a la gente que subía y bajaba. Los investigaba, miraba sus movimientos, sus risas, sus gestos. De pronto se detuvo en una niña, de cabellos rubios y ojos verdes, ojos grandes y redondos. La nena tenía un yeso en el brazo, en el cual se veían unos dibujitos hechos, unas palabras que mucho no entendía desde su posición. Estaba sentada del lado de la ventana y a su costado estaba un señor mayor, supuso que era su abuelo. Se la quedó mirando un buen rato. La pequeña sonreía y le contaba al hombre todo lo que haría luego de que le saquen el yeso que la imposibilitaba para hacer muchas cosas. No tendría más de 9 años y era conciente que eso que tenía en su brazo era para mejor, era una cura y que pronto iba a estar tan bien como siempre. Sabía que era necesario sólo por un tiempo y que podría sacárselo en unos pocos días. Le decía al señor con una voz dulcemente infantil: “¿Te imaginas que lo tenga que tener para toda la vida? ¿Cómo haría para escribir? ¿Cómo haría para jugar con las muñecas? ¿Y cuando sea grande? ¿Y tuviese que hacerle upa a mis bebes? este yeso no me dejaría hacerlo. ¡Que suerte que me lo van a sacar!”… Aquel hombre la miró con ternura y acariciándole el pelo le dijo: “Claro que es una suerte… ahora lo tenes para que tu bracito sane y luego sea tan fuerte e inquieto como siempre. No podrías tenerlo para toda la vida, porque entonces dejaría de cumplir el papel de inmovilizar el hueso para curarlo y pasaría a ser una incomodidad para el cuerpo… Te limitaría en tus movimientos y te pondrías loquita” terminó diciéndole mientras le pellizcaba el cachete izquierdo con cariño.
El recorrido del colectivo terminó frente a una plaza, descendió de éste, cruzó y se sentó en un banquito un poco alejado de los juegos y de los gritos de los niños. Encendió un cigarrillo y por primera vez su cabeza no estaba ocupada por aquella frase de la canción sino en las palabras del señor y ¿su nieta?... Aunque quizás la comparación no servía, imaginó que todas esas personas que siempre estaban con la mano levantada eran el yeso. En un principio se encontraron en su vida para hacerlo crecer como persona, para aprender de ellos, pero en el presente no eran más que un estorbo, una molestia, sí, también les provocaba incomodidad. No tenía mucho sentido la semejanza que hacía, pero le sirvió para tomar una decisión. Apagó el cigarrillo, se paró con firmeza y se propuso que al otro día, iba a arrancarse todo el yeso que tenía pegado a su cuerpo y que lo inmovilizaba. Ya no permitiría seguir recibiendo golpes gratuitos, ya no quería más esa sensación de vivir rebajado a los demás. Quería ser libre, quería tomar sus propias decisiones. Había decidido que sólo recibiría caricias sanadoras y que sólo obtendría cachetazos futuros, si es que realmente los merecía y lo iban a hacer aprender de su error cometido, si es que lo había. Ya no querría a su lado gente que lo lastimara, por primera vez era egoísta y se proponía buscar las cosas y estar con las personas que le hagan bien, nada más que bien.
A la mañana siguiente renunció al trabajo sin dar mucha explicación, volvería sólo para recibir lo que le correspondía del pago por irse. En la facultad tomó otra actitud y ya no se dejaría pisotear por sus compañeros, se haría respetar. Tuvo una charla muy interesante con su padre, con el único que tal vez tuvo más paciencia y le explicó el por qué de sus últimas decisiones, nunca supo si lo entendió, pero entre lágrimas y abrazos, dejó bien en claro sus deseos a futuro. Dio por terminadas sus anteriores relaciones poniéndoles por fin, un punto final, decidiendo desaparecer para todas aquellas chicas que alguna vez formaron parte de él. Habló con su novia y le explicó lo que quería hacer a partir de ese día, le pidió sin obligarla a que lo acompañe en éste nuevo proyecto de vida, ella no estuvo de acuerdo y se fue para siempre.
A la noche después de un día agitado, lleno de sorpresas y despedidas, se acostó, puso aquella canción que tanto resonaba en su cabeza hacía días… Apagó la luz y cerró los ojos justo cuando la letra decía: “La vida lo educó a los bastonazos y a veces la muerte también, tuvo como profesor a su ángel de la guarda que le enseñó que un fracaso no siempre es perder. Él lo aprendió, lo masticó y por fin supo reír...”
Al sonar el despertador y abrir los ojos para apagarlo, se dio cuenta que después de tanto tiempo, estaba sonriendo…



4 comentarios:

Ricky dijo...

Es increible como ciento de personas siguen con el yeso puesto, muy bueno!!!

Blackbird dijo...

A continuación copio las firmitas que dejaron mis amigos en el enlace de mi face :)

Blackbird dijo...

Johii:
carla es hermoso eso! me detuve a leerlo sos tan bella por dentro i fuera ojla mas adelante tgamoOSS suert en el amor q se q es algo q t inquieta bastant
un beso i abrazo gigante tu amiga Joha

El 24 de marzo a las 20:33


Zalo:
Si, si, coincido en que el texto esta bonito!

El 24 de marzo a las 21:20

Seba:
Me gustó, ya te dije, me parece un lindo textito... pero no me gusta el título! :) Perdón.. es que tengo espíritu crítico y siempre le encuentro un pelo al huevo (frito)

El 24 de marzo a las 21:26


Lorena:
Realmente muy muy bueno me pareció, y cuanta verdad que hay en ese texto, cuantos de nosotros deberíamos tomar esa actitud... sacar el yeso...

Definitivamente tenés que hacer el libro, vos escribis muy bien y yo te hago las ilustraciones jaaja

El 29 de Marzo a las 15:58


Victoria:
Me parrece muy bien lo q hizo el muchacho, es increible como te hace un click a veces, una situacion cualkiera jaj
Esta barabaro chu, me parece q uno tiene q hacer lo q le plazca y bancarse hasta las ultimas consecuencias sabiendo q dps va a estar mejor porq al fin y al kabo es lo q le parecio hacer a el. Nadie mas q uno sabe lo q le hace bien
Y tanto q hablamos de libertad a veces no? , y empieza tan desde adentro ese trabajito unico de ser quien quieras ser, cuando y como quieras. Nadie nos corre en verdad es lo q nos quieren hacer creer, q se acaba el mundo si no seguis el carril esperado por todos y dps te das cuenta q todo seguia igual sin el papel ese q representabas q creias q era tan importante. jaja q iluso el s.h a veces.
Me gusto mucho. y bueno viste q firme largo, pero ya son las 3 am kpas me pego un toke el sueño. Te amo preciosa:)

p/d: No tengo cuenta en google asiq te lo postee aca pero si queres pasalo ;)

El 30 de Marzo a las 3:05




GRACIAS PEQUEÑOS :D

Darky dijo...

Este creo q es uno d los q mas m llego.. estoy intentando sacarme los yesos d mi vida, cuesta, ojala tuviera tanto ovario para hacerlo d una...Solo kiero eso, volver aser libre..
ME ENCANTO LOKURA.. ASI A LO GRANDE..!!! =)