Almagro tiene un corazón que late al ritmo del tango... A la altura del sol, observa a los músicos, a los bailarines y a todo aquel que decide visitar su hogar.
Se comenta que los días de luna llena tiene la suerte de ver una fortuna de personas que danzan al compás de las guitarras. Entre copas de vino y vasos de cerveza, los murmullos y las risas se hacen oír. Las noches en que el cielo se llena de nubes, los visitantes disminuyen... En esas ocasiones, el corazón decide prestar más atención a cada mesa, a cada baile. Descubre la pasión de algunos al bailar y el intento de otros por poder coordinar un par de pasos con su pareja. Se sorprende al detectar más de un idioma. Un inglés por acá, un portugués por allá... ¿Eso es italiano? ¿Están hablando en francés? Y así se pasa el resto de las horas deleitándose con las melodías que salen de esas voces nocturnas.
Más de una vez se sonroja al encontrar a dos amantes besándose en algún rincón del salón; otros, más osados, se besan en la pista o sentados en el medio bajo la luz de algún reflector.
Le gusta jugar a las adivinanzas... Intenta descifrar si ese fue un primer beso, si aquel es uno prohibido o si acaso esos otros festejan un aniversario. Los que más disfruta son los primeros... Elige a dos que están sentados y primero examina los movimientos del muchacho: como quien no quiere la cosa, le roza la pierna con su mano, se le acerca fingiendo no escuchar... Al notar que no hay ningún indicio de molestia de parte de la chica, despacito va acercando su silla a la de ella... Sigue haciendo chistes, habla de nimiedades y ¡zas!, la mira fijo... Mientras tanto ella que se venía haciendo la tonta, la linda, dejándose tocar, dejando invadir su espacio, recibe esos ojos expectantes y en un acto reflejo baja la mirada y ríe... Él le dice: "Te quiero besar". Ella contesta: "Besame". Y después de tanto coqueteo el beso llega y se regalan dos sonrisas tímidas, nerviosas, pero felices y ansiadas.
No hay dudas de que el anfitrión de la casa cobija a cada uno de sus invitados, creando un clima cómodo, íntimo e inolvidable. Nunca nadie salió por la puerta sin hablar de él, sin resaltar sus bellas cualidades. Todos, incluso el más atorrante que lleva a una chica a su hogar solo para conquistarla, hablan de él.
Mundo mágico si los hay... Secretos que quedarán guardados siempre en la memoria de aquel corazón.
¿Qué fue de ese poema que no pude atrapar, el que pasó rengueando frente a mí con las alitas rotas?
jueves, diciembre 24, 2015
martes, diciembre 08, 2015
Casi 4.
Nunca tuve un año tan hasta las pelotas como este. Entre el trabajo de 9 h y la nueva carrera que cursé tres veces a la semana a la noche, no existí... Y aún, tendría que sumar los sábados con el Navarro y las doce clases de teatro en el San Martín.
Casi que no tuve tiempo de vivir... o viví en una vorágine donde poco pude disfrutar. Los nada tiempos libres los dediqué a mis amigos, a alguna que otra salida y a dormir, solo dormir.
Jamás pensé que este año tan diferente a todos por estas cosas, iba a terminar siendo el MÁS RARO Y DISTINTO DE TODOS, el final de este 2015 es simplemente UNA MIERDA. No importa si en el trabajo me va bien, si terminé el primer año de la carrera con muy buenas notas, si la salud me acompaña o si la gente que quiero todavía sigue a mi lado, nada importa porque mi papá se fue. Y no hay consuelo que pueda hacer desaparecer el dolor que siento, no hay nada que pueda sacar de mi cabeza la constante imagen de mi viejo, ni su voz, ni sus últimos gestos. No puedo entender cómo se sigue cuando te pasa algo así... La sensación que tengo es que sigo adelante solo por inercia y porque el mundo sigue y yo tengo que seguir, pero nada más. Escribo esto con lágrimas en los ojos, esas mismas que salen tan fácilmente, esas que no se acaban, que hay en cantidad y que parecen eternas. Nada puede llenar el vacío que tengo, creo que nunca nada ni nadie va a poder llenarlo. Tendré que aprender a vivir con eso o "sin eso" y seguir, porque no queda otra.
Casi que no tuve tiempo de vivir... o viví en una vorágine donde poco pude disfrutar. Los nada tiempos libres los dediqué a mis amigos, a alguna que otra salida y a dormir, solo dormir.
Jamás pensé que este año tan diferente a todos por estas cosas, iba a terminar siendo el MÁS RARO Y DISTINTO DE TODOS, el final de este 2015 es simplemente UNA MIERDA. No importa si en el trabajo me va bien, si terminé el primer año de la carrera con muy buenas notas, si la salud me acompaña o si la gente que quiero todavía sigue a mi lado, nada importa porque mi papá se fue. Y no hay consuelo que pueda hacer desaparecer el dolor que siento, no hay nada que pueda sacar de mi cabeza la constante imagen de mi viejo, ni su voz, ni sus últimos gestos. No puedo entender cómo se sigue cuando te pasa algo así... La sensación que tengo es que sigo adelante solo por inercia y porque el mundo sigue y yo tengo que seguir, pero nada más. Escribo esto con lágrimas en los ojos, esas mismas que salen tan fácilmente, esas que no se acaban, que hay en cantidad y que parecen eternas. Nada puede llenar el vacío que tengo, creo que nunca nada ni nadie va a poder llenarlo. Tendré que aprender a vivir con eso o "sin eso" y seguir, porque no queda otra.
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