¿Qué fue de ese poema que no pude atrapar, el que pasó rengueando frente a mí con las alitas rotas?

martes, agosto 09, 2011

Me someto así a tu entrega...

Sonreís y un berretín universal
de momentos placenteros se presenta:
Desearía que pudiera perpetuar
el instante en que tus dientes se me ostentan.
 
Bebo el whisky de tu lengua, y ahí nomás,
con el alma copeteada te sostengo,
vaya a ser que en un segundo de ebriedad 
me secuestren los agentes del infierno.

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