¿Qué fue de ese poema que no pude atrapar, el que pasó rengueando frente a mí con las alitas rotas?

lunes, mayo 17, 2010

¡Cuánta verdad!

Así el Principito domesticó al zorro, pero cuando se acercó la hora de la partida:
-¡Ah! Creo que voy a llorar -dijo el zorro.
-Tuya es la culpa -le dijo el Principito- No deseaba hacerte daño, pero quisiste que te domesticara.
-Sí -dijo el zorro.
-Pero vas a llorar.
-Sí.
-Entonces, no has ganado nada.
-Sí, gano -dijo el zorro-, por el color del trigo.
Luego, agregó:
-Anda y mira nuevamente las rosas, comprenderás que la tuya es única en el mundo, y luego volverás para decirme adiós, y yo te diré un secreto.
El Principito fue nuevamente a ver a las rosas:
-No son en absoluto parecidas a mi rosa, ustedes no son nada aún -les dijo-. Nadie las ha domesticado y no habéis domesticado a nadie. Son como era mi zorro. No era más que un zorro semejante a cien mil otros, pero yo lo hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
Y las rosas se sintieron molestas.
-Son bellas, pero están vacías -agregó todavía- No se puede morir por vosotras. Un transeúnte común creerá que mi rosa se les parece. Pero ella sola es más importante que todas vosotras, porque es ella la rosa a quien yo regué. Porque es la rosa a quien puse bajo un globo. Porque es la rosa a quien abrigué con el biombo. Puesto que es la rosa cuyas orugas maté, salvo las dos o tres que se hicieron mariposas. Porque es ella la rosa a quien escuché quejarse, alabarse, o aún, algunas veces, callarse. Porque ella es mi rosa.
Y después volvió donde el zorro.
-Adiós -dijo.
-Adiós -dijo el zorro- He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien si no es con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos.
-Lo esencial es invisible a los ojos -repitió el Principito, a fin de acordarse.
-El tiempo que perdiste por tu rosa, es lo que hace que tu rosa sea tan importante para ti.
-El tiempo que perdí por mi rosa...
-Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el zorro- Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa.
-Soy responsable de mi rosa.





"El Principito" de A. de Saint-Exupéry.

1 comentario:

Blackbird dijo...

Ay, si todos pudieran ver con el corazón...!