¿Qué fue de ese poema que no pude atrapar, el que pasó rengueando frente a mí con las alitas rotas?

viernes, diciembre 20, 2013

Saber elegir...

A veces la gente, las situaciones, la vida te ponen al borde del abismo, o en una cuerda floja que se tambalea para todos lados... Son esos momentos en donde un paso en falso o un movimiento de más pueden tirarte o salvarte la vida. Muchas veces sentimos que no merecemos estar ahí, estáticos, congelados, sin saber qué hacer, y muchas veces somos nosotros los que ponemos a otros en ese desequilibrio interminable, donde sólo la razón y el sentimiento pueden ayudarte a decidir qué hacer.

Explicándome un poco mejor, creo que se puede ver desde dos puntos de vista (o quizás más):

- El estar al borde puede avivarte y hacer que quieras dar ese paso acertado hacia adelante y liberarte de lo que te daña, cayendo en picada, sacando todo lo malo, todas las cargas, para llegar al final y volver a empezar, más liviano,
- O el caer puede significar lo peor, no haber sabido mantenerte en tus cabales, haber desperdiciado todas las oportunidades que tenías para cambiar y así poder volver a caminar en piso firme.

No voy a negar que a la mayoría nos gusta ese toque masoquista que te da el no saber qué decisión tomar... Pero qué lindo cuando alguien te sorprende con sus actos o con algunas palabras, dándote cuenta que ese pedido de cambios valió la pena, y que antes de elegir caer y perder todo, se aferra a lo que tiene, valora lo que tiene y se la juega a pesar de todo... Qué lindo cuando uno logra con determinación escoger lo que quiere para su vida, liberándose del mal y apostando por lo sano!

¿Vos ya decidiste?
¿Saltás o te quedás?

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