¿Qué fue de ese poema que no pude atrapar, el que pasó rengueando frente a mí con las alitas rotas?

jueves, enero 29, 2009

Nos echan a este mundo, y nadie nos ha preguntado si queríamos nacer... ingenuo pensamiento el que dice que la vida es un don, algo que deberíamos agradecer cada día que nos despertamos y cada día que pasamos y seguimos aquí... Yo pienso... que también puede ser una carga, una pesada carga, que día a día algunos de nosotros llevamos encima sin poder quitárnosla, pero deseando hacerlo... La sociedad tal como es ahora, no me gusta, vivo en ella porque no me queda otro remedio, y porque al mismo tiempo que la aborrezco, la necesito para subsistir. Pero no me gusta... Deberíamos pararnos en seco y mirar atrás, mirar lo que vamos dejando a nuestra espalda, recapacitar y meditar en si realmente estamos siguiendo el camino correcto, o por el contrario, estamos destruyéndolo todo a nuestro paso... Mi pesimismo, como le llaman los demás, o lucidez, como le llamo yo, es una pesada carga que tampoco pedí llevar. Es difícil vivir así... levantándome cada día, ir al trabajo y colaborar en algo que no deseo que siga así, sino aniquilarlo. La aniquilación es renovación, porque al final de ella, la vida (esa eterna inmortal) vuelve a resurgir... Si tuviese el poder, destruiría al hombre, limpiaría de la tierra su huella y la dejaría libre para que la naturaleza recupere lo que siempre ha sido suyo... Porque no considero que el hombre sea un ser superior... allí donde toca, la caga. Dejando un montón de mierda a su paso”.




Este texto formó parte de un monológo que hizo un compañero...
me da escalofrios
de solo recordarlo... era tan real... que daban ganas de llorar.

1 comentario:

Lucas dijo...

De verdad que todos los días de mi vida pienso exactamente, pero EXACTAMENTE lo mismo..
son cosas que se lo dije a mucha gente y ninguno comprendió lo que él escribió ahí.
Posta muy bueno.