¿Qué fue de ese poema que no pude atrapar, el que pasó rengueando frente a mí con las alitas rotas?

domingo, septiembre 13, 2009

Igual... a veces no somos tan fulanos...

Vivías lejos, nunca supe bien
si tenías nombre, me lo olvidé.
Son las cinco y Palermo tiene poco que contar,
en casa hay dos vinos si prometes que no te enamorás.

Subimos a un taxi fantasma, asomaban los hijos del sol
otra noche, otra almohada lejos del nido y yo... sin caparazón.

Siempre ésta pata de palo fue mas zorra que mi corazón
y así quedamos, fulanos de nadie, de nadie.
Y está jodido mojarle una oreja a la soledad,
digamos poco, preciosa y brindemos por lo que viene y se va.

Por ser de estreno el asunto no estuvo tan mal,
no hay besos campeones en un primer round.
Después nos dormimos, creo que ni te abracé
afuera llovía como la penúltima vez.
Junto los vidros en un vaso, mientras desayunas un papel,
y planeamos un viaje a Gesell que jamás vamos hacer

Siempre éste parche en el ojo, fue más lejos que mi corazón
y así quedamos, fulanos de nadie, de nadie.
Y está jodido mojarle una oreja a la soledad,
no digas nada, preciosa y brindemos por lo que viene y se va
...lo que nos cura se va, siempre se va, lo que nos cura se va
siempre se va, lo que nos cura se va,
se queda un rato, nos mima, nos miente y después se va, después se va.

Siempre ésta pata de palo fue mas zorra que mi corazón,
y así quedamos, fulanos de nadie, de nadie.
Y está jodido mojarle una oreja a la soledad
llenate el vaso, preciosa y brindemos... por lo que nunca será.





Los Caballeros de la Quema